
Ministerio Internacional
Como Ladrón En La Noche
El Arrebatamiento
En primera de tesalonicenses en el capítulo 4, el verso 16 y 17, dice: por que el Señor mismo con voz de mando, y con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo y los muertos en Cristo resucitarán; primero luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos, en las nubes, para recibir al Señor en el aire y así estaremos siempre con el Señor.
El verbo “arrebatar” en su segunda acepción significa “llevar tras sí o consigo con fuerza irresistible” diccionario de la Real Academia de la lengua española. Equivale al vocablo Griego harpazo que traducido “arrebatados” en primera de tesalonicenses 4:17. Ese acontecimiento, descrito en este pasaje y en primera de corintios, es el arrebatamiento de la Iglesia de la tierra para reunirse con el Señor en el aire. Incluye solo a los fieles de las Iglesias de Cristo.
(1).- En los instantes en los que preceden el arrebatamiento, cuando Cristo este descendiendo del cielo por su Iglesia, ocurrirá la resurrección, de los “muertos en Cristo” (1 tesalonicenses 4:16) Esa no es la resurrección descrita en Apocalipsis 20:4, que sucede después de que Cristo vuelve a la tierra, destruye a los malvados y ata a Satanás. (Apocalipsis 19:11-20:3) La resurrección de Apocalipsis 20:4 se refiere a los mártires de la tribulación y posiblemente a los santos del AT, (véase Apocalipsis 20:6)
(2).- Al mismo tiempo que se levanten los muertos en Cristo. Los creyentes vivos serán transformados; su cuerpo será revestido de inmortalidad, (1 Corintios 15:51,53) eso ocurrirá en un tiempo muy breve “en un abrir y cerrar de ojos” (1 corintios 15: 52).
(3).- Los creyentes resucitados y los transformados serán arrebatados juntos para reunirse con Cristo en el aire, es decir, en la atmósfera entre la tierra y el cielo.
(4).- Serán unidos con Cristo de la manera visible (1 tesalonicenses 4:16,17), llevados a la casa del Padre en el cielo, (véase Juan 14:2; 3) unidos con los seres amados que hayan muerto (1 tesalonicenses 4:13-18)
(5).- Serán apartados de todo sufrimiento (2 corintios 5:2-4; filipenses 3:21), de toda persecución y opresión (véase apocalipsis 3:100, de todo el dominio del pecado y de la muerte (1 corintios 15:51-56), el arrebatamiento los libra de “la ira venidera” (1tesalonicenses 1:10; 5:9), es decir, de la gran tribulación.
(6).- La esperanza de que el Salvador pronto vendrá a llevar a los creyentes del mundo para que estén “siempre con el señor” (1tesalonicenses 4:17), en la bendita esperanza de todos los redimidos (en tito 2:13) y una importante fuente de consuelo para los creyentes que sufren (1tesalonicenases 4:17-18; 5:10).
(7).- Pablo se incluye en primera de tesalonicenses 4:17 porque sabía que la venida del Señor podía haberse sucedido durante su vida y comunica esa misma esperanza a los tesalonicenses. La Biblia insiste en una esperanza continua con anhelos del retorno del Señor. Los creyentes de hoy tienen que estar siempre vigilantes esperanzados de que venga Cristo a llevarlos consigo (cf. Romanos13:11; 1corintios 7:29; 15:51-52; Filipenses 4:5)
(8).- La parte de la Iglesia profesante que deje de abstenerse del mal, y le sea infiel a Cristo será dejada (véase Mateo 25:1; Lucas 12:45). Permanecerá como parte de la Iglesia apostata (véase apocalipsis 17:1)
(9).- Después del arrebatamiento viene el día del Señor, un tiempo que trae angustia e irá a los impíos (1tesalonicenses 5:10,véase 5:2) Luego seguirán la segunda etapa de la venida de Cristo cuando venga a destruir a los impíos y reinar en la tierra (véase mateo 24:42,44).
1 de Tesalonicenses 4: 13. Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
14. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
15. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
16. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
17. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
18. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.